Si te preguntas cómo puedes decorar tu casa para que te ayude a relajarte cuando llegues, la respuesta es Slow Life. Se trata de una tendencia que se ha puesto de moda en los últimos años y permite desacelerar el ritmo frenético en el que vivimos día a día y crear un ambiente que nos llene de tranquilidad y paz. Te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
Materiales naturales y colores neutros
Una de las principales características de la decoración Slow Life es la elección de materiales naturales, como la madera, el mimbre o el algodón, que aportan calidez y confort al ambiente y permiten dar un toque de simplicidad y naturalidad a nuestro hogar.
En cuanto a los colores, tanto para los muebles como para las paredes y el resto de elementos, la clave es la elección de tonos suaves y neutros, como el blanco, el beige o el gris claro, que transmiten tranquilidad y serenidad.
Una decoración basada en el espacio y la utilidad
En cuanto a los muebles y la decoración, la filosofía Slow Life aboga por la simplicidad y la funcionalidad con el objetivo de crear espacios despejados y ordenados, donde cada objeto tenga su lugar y su utilidad. En este caso, son mejores los muebles de líneas sencillas y elegantes. Por otro lado, debemos evitar la acumulación de objetos innecesarios.
Luz natural y lámparas cálidas y suaves
En el ámbito de la iluminación de casa, debemos optar por potenciar al máximo la luz natural, ya que es mucho más agradable y nos recuerda a la sensación de estar relajándonos fuera de casa, un espacio mucho más natural.
Si no contamos con suficiente luz natural o si queremos tener luz por las noches, podremos instalar lámparas o puntos de luz cálida y muy suave para ayudar a nuestro cuerpo a transitar del estrés del día a día hacia la tranquilidad y relajación.
En definitiva, la decoración Slow Life es una tendencia que busca la armonía y el bienestar en nuestro hogar, a través de la simplicidad, la naturalidad y la funcionalidad. Se trata de crear un espacio en el que nos sintamos a gusto, y en el que podamos disfrutar de momentos de tranquilidad y desconexión en nuestra vida diaria.
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