Son muchas las personas ancianas que, a pesar de tener ciertas dificultades para la movilidad, prefieren seguir viviendo en su casa o piso habitual.
Este grupo, el de la tercera edad, es uno de los más vulnerables de la sociedad, ya que son propensos a sufrir caídas que pueden ocasionarles lesiones de mayor o menor gravedad. Por eso, es necesario adaptar las viviendas para convertirlas en lugares más cómodos y seguros para estas personas.
Eliminar obstáculos para mejorar la movilidad
Uno de los primeros puntos que debemos tener en cuenta es que debemos mejorar la movilidad de nuestros mayores por la vivienda. Para ello, es esencial eliminar todos aquellos obstáculos que dificulten el paso, como mesillas auxiliares, alfombras, macetas u otros elementos similares. Además, si la persona necesita de silla de ruedas o de andador para poder moverse, habrá que modificar los marcos de las puertas para una mayor comodidad.
Por otro lado, deben tener un fácil acceso al teléfono en caso de accidente y, sobre todo, no hacerles sentir que están en un espacio extraño. Hay que mejorar su calidad de vida en su casa.
El baño, un espacio a reforzar sí o sí
El cuarto de baño es la estancia en la que se producen más caídas entre las personas mayores. Por eso, debemos instalar todos los elementos necesarios para evitar accidentes en este espacio.
La instalación de barras de apoyo facilitará la entrada y salida de la ducha y, si fuera necesario, se podría optar por incluir una silla y un plato de ducha antideslizante. Además, en el caso de la taza del váter, podemos adaptarla, también mediante barras de apoyo, para que la persona pueda levantarse y sentarse en ella de forma más cómoda y segura.
¿También hay que adaptar la cocina?
La respuesta a esta pregunta es un sí rotundo. La cocina también es un lugar de riesgo y sería recomendable instalar armarios con puertas correderas para evitar golpes en la cabeza.
También es necesario cambia la cocina de gas por una placa de inducción. A cierta edad, algunas personas sufren perdidas de memoria y podrían dejar el gas abierto. Con las placas, este problema desaparece.
Camas eléctricas para ayudar a la incorporación
En el dormitorio, la cama debe ser cómoda y preferiblemente eléctrica. Esta facilitará la incorporación de nuestros mayores a la hora de levantarse.
Por otro lado, si se coloca una alfombra decorativa, deberá ser antideslizante. Además, en el caso de los interruptores, debemos evitar que la persona se mueva demasiado. Por eso, es mejor colocar interruptores tanto al lado de la puerta como al lado de la cama.
Salvar las escaleras para evitar accidentes
Si la vivienda de la persona mayor dispone de varios pisos y, por consiguiente, escaleras, las sillas salva escaleras son la mejor opción para que las personas ancianas y con movilidad reducida puedan subir y bajar sin problema.
Además, es aconsejable que en bordillos, aceras y escalones que no estén dentro de la propiedad se pida al ayuntamiento de la población la instalación de rampas adaptadas.