Con estos sencillos trucos lograrás darle un aire veraniego a tu salón. Toma nota:
Objetos de caña: las fibras naturales reflejan la esencia del verano y serán imprescindibles en la decoración de tu salón. Prueba con una silla, una mesita auxiliar, un revistero o un espejo con el marco de este material. Solo necesitas un simple detalle para que tu salón te transporte mentalmente a una casa en plena naturaleza con vistas al mar.
Color en el salón: Haz que las comidas en el interior de tu casa te transporten al exterior, a las barbacoas y a los picnics con amigos. Para lograrlo es imprescindible que el menú acompañe pero, sobre todo, podemos traer el verano a nuestra mesa con una vajilla y platos de colores vivos y alegres. Reserva para otro momento los platos blancos y los vasos de vidrio transparentes, porque es el momento de los colores intensos que te llenen de vitalidad solo con sentarte a la mesa. Combina los fuertes colores con cubiertos o salvamanteles de madera para añadir un toque natural a tus comidas.
Tejidos ligeros: Llena tu casa de luz con tejidos frescos y transpirables, y deshazte de aquellos que resulten pesados y resten claridad a tu salón. Busca, además, que sean tejidos claros que aporten una sensación de frescura, ya que los oscuros atraen el calor y buscamos precisamente lo contrario. Para lograrlo, cuenta con el lino, el tejido del verano por excelencia.
Incorporación de plantas: las plantas son la mejor manera de llevar color y un toque de vida al interior de tu casa. Por sí solas fomentan la frescura y naturalidad de cualquier estancia, y dan un toque de alegría a tu salón, por lo que no pueden faltar en él. Busca macetas originales y coloridas que le den el último toque veraniego a tus plantas.
Estampados: no pueden faltar cuando se trata de una decoración de inspiración veraniega. Elige para tus cojines,manteles, láminas, etc, estampados con motivos florales que aporten alegría y desenfado a tu salón. Y si te animas a ello, prueba con el estampado tropical: piñas, palmeras, flamencos… es sin duda el estampado estrella del verano. Puedes usarlo en textiles, elementos decorativos e, incluso, en papel pintado.
Inspiración marinera: la clave está en el color. Busca aquellos objetos decorativos con una gama de tonos azules o verdes, para que evoquen al mar. El azul marino es sin duda un clásico que aporta mucho estilo, mientras que un azul más claro te ofrece un entorno más luminoso y relajado. En la gama de los verdes, el turquesa te dará un toque exótico muy vivo y refrescante. En cuanto a los objetos, piensa en aquello que evoque el mar: conchas, cestos de paja, caracolas, pinturas…